Calles de Madrid
En mi presencia tengo, olvidado te tengo, más esta primavera, deseo tanto el otoño venidero, Abandonándome me voy en amplias avenidas, de inmensas aceras; mínimas callejuelas, aceras perdidas. Siempre rápido fachadas modernistas, apenas las veo, corcovada su espalda. Despertares no queridos, gentes corriendo por las calles, profundos silencios; primera parada, café con churros, mañana despiadada, este Madrid nunca se para, sólo miradas, ni donde vas, ni donde vienes, te puedes preguntar, nadie tampoco te lo demandará Madrid, de extrañas sensaciones, o lo amas, o lo odias, ambas cosas a la vez pasiones desenfrenadas, madrileños trabajadores, que de gatos no quieren ejercer, más tiempo se sacan, por ir de tapeo, locales abren y cierran, vamos, venimos, todo deprisa, solos y juntos, camas deshechas, luces encendidas. Paseemos, callejeemos perdámonos nuevamente, por las calles de Madrid, algún vicio, quedará en alguna esquina.